Con el cuento de “LA HOJA SAGRADA” sectores de la política peruana protejen la producción de cocaína y el poderoso crecimiento de los carteles mejicanos que ahora exportan su droga a Europa y Asia, al considerar ya pequeños los mercados de Estados Unidos y América Latina.
Los cultivos de hojas de coca, la producción de cocaína y los poderosos carteles mejicanos encargados de la comercialización mundial constituyen el mayor impedimento para el crecimiento de la democracia peruana y el peor peligro para el mantenimiento de esta democracia.
Hasta donde los expertos en tráfico de drogas tienen conocimiento, en Colombia ha disminuido la producción de cultivos de hojas de coca, en tanto que en el Perú cada día aumenta mas, lo mismo que la producción de cocaína que van a parar a manos en ingentes cantidades al poder de los carteles mejicanos, quienes se encargan de distribuirla en otros continentes, amén de los Estados Unidos.
En el Perú los narcotraficantes han tomado tal poder que hasta pueden colaborar en los procesos electorales para así asegurarla marcha de su maldita maquinaria. Efectivamente, se han dado casos en que congresistas, so pretexto de que “La hoja de Coca es sagrada” y además de consumo tradicional y milenario de de ciertos indígenas de la sierranía, se oponen a la erradicación de los cultivos que cada día aumentan en forma considerable.
Sin embargo sectores oficiales han establecido que de toda esa gigantesca producción de los cultivos de hojas de coca, sólo el 5 por ciento es para el consumo humano, en tanto que el resto va a poder de la producción de cocaína. Efectivamente efectivos de nuestras Fuerzas Armadas y policiales, diariamente eliminan enormes pozas de maceración y cientos de toneladas de hojas de coca recientemente cosechadas por nativos de las diversas zonas cocaleras.
Esta peligrosa situación, a criterio de los medios oficiales, podrían convertir al Perú en la “Nueva Colombia” en cuanto se refiere a la subversión con apoyo del narcoterrorismo que hasta la fecha ha asesinado a medio centenar de soldados y otro tanto de efectivos de nuestra Policía Nacional que carecen de armamento moderno para enfrentarse a este tipo de delincuencia.
Hasta donde los expertos en tráfico de drogas tienen conocimiento, en Colombia ha disminuido la producción de cultivos de hojas de coca, en tanto que en el Perú cada día aumenta mas, lo mismo que la producción de cocaína que van a parar a manos en ingentes cantidades al poder de los carteles mejicanos, quienes se encargan de distribuirla en otros continentes, amén de los Estados Unidos.
En el Perú los narcotraficantes han tomado tal poder que hasta pueden colaborar en los procesos electorales para así asegurarla marcha de su maldita maquinaria. Efectivamente, se han dado casos en que congresistas, so pretexto de que “La hoja de Coca es sagrada” y además de consumo tradicional y milenario de de ciertos indígenas de la sierranía, se oponen a la erradicación de los cultivos que cada día aumentan en forma considerable.
Sin embargo sectores oficiales han establecido que de toda esa gigantesca producción de los cultivos de hojas de coca, sólo el 5 por ciento es para el consumo humano, en tanto que el resto va a poder de la producción de cocaína. Efectivamente efectivos de nuestras Fuerzas Armadas y policiales, diariamente eliminan enormes pozas de maceración y cientos de toneladas de hojas de coca recientemente cosechadas por nativos de las diversas zonas cocaleras.
Esta peligrosa situación, a criterio de los medios oficiales, podrían convertir al Perú en la “Nueva Colombia” en cuanto se refiere a la subversión con apoyo del narcoterrorismo que hasta la fecha ha asesinado a medio centenar de soldados y otro tanto de efectivos de nuestra Policía Nacional que carecen de armamento moderno para enfrentarse a este tipo de delincuencia.
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